Para que el lector advierta la entidad de lo que estoy relatando, el Concilio de Tarragona de 1242 dispuso que los reconciliados (es decir, los arrepentidos y perdonados), observasen las siguientes reglas: “Los herejes perfectos y los dogmatizantes, si quieren convertirse, serán reclusos en una cárcel para siempre, después de haber abjurado y ser absueltos. Los que dieron crédito a los errores de los herejes, hagan penitencia solemne de este modo: en el próximo día futuro de Todos los Santos, en el primer domingo de Adviento, en los del Nacimiento del Señor, Circuncisión, Epifanía, Santa María de Febrero, Santa María de Marzo, y todos los domingos de Cuaresma, concurran a la Catedral y asistan a la procesión en camisa, descalzos, con los brazos en cruz y sean azotados en dicha procesión por el Obispo o el Párroco, excepto en el día de Santa María de Febrero y en el Domingo de Ramos, para que se reconcilien en la Iglesia parroquial. Asimismo, en los Miércoles de Cenizas irán a la Catedral en camisa, descalzos, con los brazos en cruz, conforme a derecho y serán echados de la Iglesia para toda la Cuaresma durante la cual estarán así en las puertas y oirán desde allí los oficios. El día Jueves Santo estarán allí en la manera expresada, para que se reconcilien con la Iglesia, según los institutos canónicos, previniendo que esta penitencia del Miércoles de Ceniza, la de los Jueves Santos y la de estar fuera de la iglesia y en sus puertas durante los otros días de Cuaresma durará, mientras vivieren, todos los años. En los domingos de Cuaresma, vayan a la Iglesia y, hecha la reconciliación, sálganse a las puertas hasta el Jueves Santo. Lleven siempre dos cruces en el pecho, de color distinto al de sus vestidos, de modo que puedan ser reconocidos por todos como penitentes. Y el abstenerse de entrar a la Iglesia en la Cuaresma no exceda de diez años.  .... Asimismo, la penitencia de los relapsos —(los que han vuelto a caer)— pero sospechosos de herejía con sospecha vehemente será solemne en los días..... durando siete años las ceremonias de los días....”.

Tal encarnizamiento no volverá a verse en la humanidad hasta el apogeo del nazismo!

He marcado con letra cursiva las palabras sospecha vehemente, pues han vuelto a aparecer en el lenguaje posmodernista del Derecho Procesal. Recuerde el lector el tema relativo a las medidas autosatisfactivas. ¡Parece mentira la recurrencia de la historia!