Esto es contemporáneo a la creación de la filosofía, cuando el pensamiento se descubre a sí mismo, se libera de las cadenas del mito y se da sus propia leyes, las leyes de la lógica. Pero hay algo más: el pensamiento es diálogo y no monólogo. Por eso es que un ensayista europeo ha vinculado indisolublemente la palabra diálogo con democracia.